El estreñimiento es un problema frecuente que afecta a una parte significativa de la población y puede tener importantes repercusiones en la salud del suelo pélvico. Pero, ¿qué consideramos como estreñimiento?
¿Qué es el estreñimiento?
Hablamos de estreñimiento cuando se presenta una o más de las siguientes situaciones:
- La frecuencia de las deposiciones es inferior a tres veces por semana.
- La evacuación de las heces va acompañada de molestias importantes.
- Las heces son muy duras.
- Es necesario realizar grandes esfuerzos para expulsarlas.
- Queda una sensación de evacuación incompleta.
Impacto del estreñimiento en el suelo pélvico
El estreñimiento puede tener consecuencias negativas para el suelo pélvico por varias razones:
- Acumulación de peso en la ampolla rectal: Cuando no evacuamos diariamente, las heces se acumulan en el recto, generando un peso extra que sobrecarga el suelo pélvico.
- Debilitamiento por esfuerzos repetidos: Realizar esfuerzos constantes para defecar puede provocar un debilitamiento progresivo del periné y aumentar el riesgo de disfunciones, como prolapsos o incontinencia.
Factores que favorecen el estreñimiento
Existen varios factores que pueden alterar el ritmo normal de las deposiciones:
- Estrés.
- Dieta inadecuada, baja en fibra.
- Falta de actividad física.
- Insuficiente ingesta de agua.
- Uso de ciertos medicamentos.
Afortunadamente, muchos de estos factores son modificables, por lo que podemos adoptar medidas para prevenir y tratar el estreñimiento crónico.
Recomendaciones para prevenir el estreñimiento y cuidar tu suelo pélvico
Si sufres estreñimiento, estas pautas pueden ayudarte a mejorar tu bienestar y proteger tu suelo pélvico:
- No pospongas el momento de ir al baño: Atiende la llamada de tu cuerpo cuando sientas ganas de defecar. Ignorar este reflejo puede inhibirlo, acumulando más heces y aumentando la presión sobre el periné.
- Incrementa el consumo de agua y fibra: Beber suficiente agua y consumir alimentos ricos en fibra (como frutas, verduras, legumbres y cereales integrales) favorece el tránsito intestinal.
- Establece una rutina defecatoria: Intenta ir al baño todos los días a la misma hora, preferiblemente después de una comida.
- Usa un banquito para defecar: Coloca un taburete de unos 17cm de alto bajo tus pies al usar el inodoro. Esto eleva las rodillas por encima de las caderas, favoreciendo una postura natural que facilita la evacuación.
- Cuida tu postura en el baño: Saca ligeramente los glúteos hacia atrás, alarga la columna y relájate.
- Evita empujar con fuerza: En lugar de hacer grandes esfuerzos, utiliza una respiración profunda para ayudar al movimiento intestinal. Si necesitas empujar, hazlo mientras exhalas suavemente por la boca, evitando la apnea.
Conclusión
Adoptar hábitos saludables no solo mejora el tránsito intestinal, sino que también protege la salud de tu suelo pélvico. Si el estreñimiento persiste o sientes molestias relacionadas con tu periné, consulta con un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico para recibir una valoración personalizada.
~ Marta García Atalaya ~
Fisioterapeuta colegiada 7337 por el ICPFA
Dejar con comentario